Con el título aparecido en el diario El Comercio del día viernes 10 pasado, “De 74 a 84 aumentará el número de salidas del Metropolitano en la estación Naranjal” se trata de encubrir los errores de diseño de esta primera ruta de un sistema que sin lugar a dudas teme competir con el inaceptable transporte desreglamentado (TPD) que tenemos y que a toda costa se le trata de eliminar, cuando lo correcto es “repararlo”, formalizándolo y jerarquizándolo, para
que pueda no solamente coexistir con el nuevo sistema sino complementarse mutuamente para ayudarse en las partes donde uno de ellos es débil.
Continúan las mecidas cuando el gerente de operaciones de Pro Transporte, Javier Cornejo, indica que las largas colas que se registran en este paradero se deben a la concentración de personas en la entrada norte. ¡EUREKA! ¿Y a quien van a engañar? Si se balanceara a las personas entre las dos entradas ¿Cuánto disminuiría la espera? En el mejor de los casos bajaría a 10 minutos, si la entrada sur estuviese vacía pero eso no lo creemos y lo que realmente falta son buses y con la advertencia de que los están abarrotando de pasajeros, lo cual significa una degradación del servicio .
Aumentar el número de salidas es una manera sutil de indicar que faltan buses en la zona norte para resolver este problema y que al día siguiente lo informan más precisamente y en el mismo diario matutino indicando que pondrán en servicio 10 buses más.
Lo que no se dice y que nosotros lo advertimos desde el primer día en que se dio a conocer la primera ruta de este sistema, muchos años antes de que entrase en servicio, quizá allá por el año 2006, es que es muy probable que los buses estén sobrando en la parte sur por que por la zona de Chorrillos la población es cinco veces menos que en la zona norte. Como era de esperar, faltan buses en la zona norte pero deben estar sobrando en la zona sur por que una sola línea une a las dos zonas y eso no lo dicen. Estamos en el camino al fracaso económico de este sistema por ineptitud de sus operadores o diseñadores.
Por supuesto que estamos de acuerdo con el entrevistado de Pro Transporte en el sentido de que el Metropolitano tiene capacidad para atender a sus usuarios, pero así como van las cosas, preguntamos ¿A que costo?
Para terminar este comentario indicamos que en lo único que se parece el Metropolitano al Transmilenio de Bogotá, al Transantiago chileno o al Metro Bus de Ciudad de México es en el sentido de que todos tienen buses nuevos y disponen de un sistema de cobranza de última generación, pero estructuralmente hablando, el Metropolitano es un desastre y pagará por ello si no cambian su estructuración y la del TPU existente.
A los usuarios interesados en estos temas los invitamos a leer el artículo COMPARANDO AL METROPOLITANO LIMEÑO - Primera parte y subsiguientes artículos (2), para que observen las diferencias en diseños de rutas de los sistemas mencionados y comprendan el porqué de nuestras dudas con el Metropolitano.
Carlos Reyna Arimborgo
14/12/2010
14/12/2010
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