Una vez más somos pues testigos de que el transporte urbano limeño se desarrolla de acuerdo a los caprichos del Municipio Metropolitano de Lima y el Gobierno constitucional en curso, mientras que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, verdadero responsable del servicio de transporte público que debe tener Lima, se lava las manos y mira desde el balcón los acontecimientos que finalmente harán perder millones de dólares y años incontables para lograr la solución correcta.
Como una pequeña reseña de lo que está ocurriendo, tenemos primeramente al tren eléctrico que ahora se pretende mencionarlo como el “Metro de Lima”. El tramo existente del Tren eléctrico elevado fue producto nada menos que de una contienda municipal metropolitana durante el primer gobierno de Alan García Pérez quien para ganar votos para su candidato, ofreció la construcción de un tren eléctrico elevado para comunicar los distritos de SJM, VMT Y VES con nada menos que el mercado mayorista limeño ubicado en la avenida Aviación. El primer tramo terminaría en la avenida Grau, a la altura del hospital 2 de Mayo y luego proseguiría por la avenida Grau y Alfonso Ugarte, hacia Comas, en un recorrido todavía no precisado en ese entonces.